Sentido social y desarrollo de competencias en
el empresario del siglo XXI
Cuando el ser humano empieza a recorrer su camino y a
descubrir su destino, siempre ha considerado dentro de su proyecto de vida el
éxito y el emprendimiento, llegar lejos, aprender de todo cuanto le es posible,
crecer en todas las áreas de su vida y hacer de ellas un aporte para la construcción
de sociedad y aunque la cima se ve cuesta arriba, la motivación y los deseos de
superación le llevan a escalar el primer peldaño, pero, es acaso lo único que
necesita para triunfar?
Me doy cuenta que mientras escalo
en esta mal llamada realidad, las cosas no son tan sencillas para progresar y
que no solo depende de mí fuerza interna sino también de muchas otras destrezas
que me hacen diferente a los demás, aquellas denominadas “competencias”. Qué me
contrasta de otro emprendedor? Qué hay de especial en mí que me hace brillar
más que otro? Son esas experiencias de vida en las que para bien o para mal me
han enseñado. Son esas decisiones de capacitarme y de “explotar” los dones que
tengo, y cómo lo he conseguido? Estudiando, preparándome, teniendo una mente
abierta a lo que la educación puede brindarme, aprendiendo de los demás,
pensando que la mejor forma de aplicar esas competencias en una empresa es
siendo lo más receptivo posible, siendo sensible a las necesidades que tiene la
sociedad en la actualidad, renovando lo que se ha creado e innovando lo que se
está por crear. Entender que no es solo un proceso de fuerza de voluntad sino
de tener otras fuentes de apoyo.
Ese apoyo que es cuota básica
para comenzar a soñar es el dinero. Este, invertido de forma acertada permite
implementar la primera base en la estructura de la empresa; una buena
administración monetaria, la cual considera varios procesos (García Galindo, Zapata Guerrero, Atehortúa Granados,
Hernández Iglesias, & Sierra Villamil, 2006, pág. 138) y que estos a su vez
llevaran a un plano más real la concepción de una nueva empresa. Se debe estar
en la capacidad de manejar el dinero, de saber cómo se comporta en momentos de
crisis, como fluctúa en momentos de progreso, salir y observar en el mundo cómo
funcionan los demás negocios, como se capacita día a día a los empleados, que
estrategias y metodologías se usan para obtener un rendimiento óptimo sin caer
en la saturación del mercado. Estar atentos al cambio, a la renovación sin
olvidar el origen de la misión, visión, objetivos y valores que se
implementaron al iniciar el lugar donde en el futuro será el espacio de nuevas
ideas, nuevas oportunidades, el descubrimiento de nuevos talentos y la
responsabilidad social que conlleva el estar por y para la comunidad.
El mundo avanza de forma
vertiginosa y con ello las empresas, es por esto que el ser humano debe
aprender a adecuarse y moldearse ante cualquier evento, entendiendo que la
evolución en los negocios potencia las capacidades que este puede adquirir en
un salón de clase, en un aula virtual o simplemente de la vida misma. El ser
personas con valores, con ética y principios hace de nosotros, personas justas,
equitativas, con amor por lo que hacemos, lo cual nos abre puertas en otros
campos y genera esa empatía y admiración en los demás, centrados firmemente en
nuestro perfil como profesionales y ofreciéndole a la sociedad ese respaldo de
hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, de que sus necesidades están
siendo suplidas con excelencia, con compromiso y responsabilidad; de que
quienes se forman y adquieren conocimientos en el alma mater, al cumplir esas
competencias necesarias para surgir, estará generando personas integras y con
alto sentido de pertenencia por su profesión, por su ciudad y por su nación. “La concepción humanista cobra sentido para
el Ser cuando se desarrolla integralmente con espíritu de convivencia y
fraternidad hacia los demás en la solución de necesidades sociales.” ( Crissien de Perico, Sierra Villamil,, Morales
Torres, Ortiz Gómez, & Nieto-Licht, 2000)
BIBLIOGRAFIA
Crissien de Perico, C., Sierra Villamil,, G. M., Morales
Torres, M. d., Ortiz Gómez, L. A., & Nieto-Licht, C. (2000). Principios,
Valores y Cultura Eanista. Bogota: Universidad EAN.
García Galindo, G.,
Zapata Guerrero, E. E., Atehortúa Granados, J. A., Hernández Iglesias, J. E.,
& Sierra Villamil, G. M. (2006). Introducción al Empresarismo.
Bogotá: Universidad EAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario